Seguro que lo último que querrías después de haber invertido un dineral en comprar tu súper cámara réflex y todo su equipo es que dejase de funcionar o se perdiera. ¡O peor aún! Que sin querer lo rompieras por no haber tenido algunas cosillas en cuenta en el momento de utilizarlo.
Aquí debajo os dejamos una serie de consejos para que tanto vuestra cámara como vuestras tarjetas de memoria no despedirnos de ellas antes de tiempo. Pero no te vayas a poner nervioso por haber estado haciendo algunas cosillas mal hasta ahora, se trata de identificar esos malos hábitos y corregirlos cuanto antes.
1. Cuidados para la cámara
A. Utiliza una funda protectora
Utiliza una bolsa o funda que proteja la réflex de todo lo que hay ahí fuera (lluvia, humedad, sol duro, aire con arenilla, etc). Ten en cuenta que todas las funcionalidades de tu cámara se manejan desde todos esos botones y ruedas que hay por fuera, así que no dejes que les pase nada.
Por otro lado, no quieras meter todo tu equipo fotográfico en una bolsa muy pequeña, demasiada presión puede hacer que escuches ese desagradable “clack” cuando eches a andar. Tampoco metas tu equipo en una bolsa muy grande, ya que si la cámara anda suelta por ahí dentro también corre el riesgo de romperse o rozarse con el resto de objetos.
En cualquier caso, te recomendamos que uses una funda específica para material fotográfico en el que puedas colocar en condiciones todos los componentes de tu equipo.
B. Aprende a poner y quitar el objetivo
Los objetivos deberían encajar perfectamente en la cámara para no tener ningún tipo de problema a la hora de ponerlos y quitarlos, ¡y recuerda, más vale maña que fuerza! Pide ayuda antes de forzar.
Por cierto, siempre que estés cambiando un objetivo por otro estarás dejando totalmente al descubierto el interior de la cámara, así que intenta que no entre ninguna sustancia que haya en el aire para adentro y hazlo lo más rápido posible (sin que se te caiga nada al suelo, please).
C. No toques el interior de la cámara
Como decíamos, cuando quitas un objetivo queda al descubierto todo el sistema de la cámara. No deberías tocar nada de lo que veas a no ser que necesites limpiar alguno de sus componentes y verdaderamente sepas como hacerlo. De lo contrario, lo mejor es que lleves la cámara a un especialista.
D. Utiliza la cámara con cariño
Pulsa los botones y mueve todas las ruedecillas despacito y con cuidado. Si se desgastasen demasiado perderían su función, y es lo último que queremos.
E. No abuses de las ráfagas
Las cámaras, al igual que la mayoría de los aparatos electrónicos que nos rodean, tienen obsolescencia programada. Es decir, tienen un número de disparos limitado. Las ráfagas nos vienen genial cuando queremos hacer determinadas fotos, pero abusar de ellas nos lleva a consumir rápidamente la vida útil de la cámara, así que no te encapriches mucho de ellas.
F. Utiliza la correa
Somos humanos y podemos cometer errores. Por ejemplo, que se nos caiga la cámara al suelo (algo que puede dejarte totalmente helado…).
Para que no tengas que enfrentarte a esta situación tan desagradable, utiliza la correa. No cuesta nada ponérsela y te dará una mayor seguridad a la hora de utilizar la cámara.
2. Cuidados para las tarjetas de memoria
A. Muchas tarjetas de poca capacidad
Vamos a suponer que tenemos una tarjeta de gran capacidad de 64 GB. Esta tarjeta está hasta arriba de fotos. Y, desafortunadamente, la pierdes. ¡Drama!
Supongamos ahora que estás haciéndole un reportaje fotográfico a un cliente. Cuando llegas a casa, te das cuenta de que la tarjeta ha dejado de funcionar y has perdido todo el trabajo realizado. ¡Otro drama!
Si utilizas tu cámara para grabar vídeos probablemente necesites esas tarjetas de 64 GB o incluso más, pero si más bien la utilizas para hacer fotos, es mucho más recomendable tener varias tarjetas de menos tamaño. Así, en caso de que ocurra cualquier cosa con una de ellas, te quedarán las demás.
B. Descarga las fotos fuera de la cámara
El cable USB es muy cómodo, pero si se nos paga la batería o hay una subida de tensión justo cuando estamos transfiriendo las fotos corremos el riesgo de que los archivos que haya en la tarjeta se corrompan o incluso se pierdan. Por tanto, te recomendamos que vuelques todas las fotos al ordenador extrayendo la tarjeta de memoria e insertándola en el PC.
C. Se conservador con el formateo
Formatea la tarjeta en la cámara en la que la vayas utilizar, pues el firmware de la cámara crea los ficheros en base su propio funcionamiento. Es más, siempre que sea posible, destina cada tarjeta de memoria a una sola cámara.
Más importante aún es no cambiar la tarjeta de cámara cuando tenga archivos dentro, pues al utilizar la segunda cámara podrían destruirse las fotos que habías tomado con la primera.
D. Limpieza con alcohol
La tarjeta son, al fin y al cabo, objetos que estamos constantemente manipulando y moviendo de lugar. Es completamente normal que acaben cogiendo algo de suciedad, así que puedes limpiar los pines de las tarjetas con alcohol isopropílico o propanol.
E. Borra los archivos de una sola vez
Es muy común ir viendo las fotos en la cámara y borrar las que no nos gustan. No obstante, con ese hábito estás desgastando la opción de “eliminar” de la tarjeta poco a poco.
Es mucho mejor transferir todas las fotos al ordenador y borrar de una sola vez todas las que no nos hayan gustado. Además, piénsalo, es mucho más cómodo.
F. Y para acabar…
Unos cuantos TIPs que seguro que ya conoces, pero que no está de más recordar.
Tip
- Apaga la cámara antes de extraer la tarjeta.
- Extrae la tarjeta del ordenador en modo seguro.
- No fuerces la tarjeta al insertarla en la cámara.
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