Lo que necesitas saber para crear una tienda online

¿Que tal se han portado los Reyes? Sabemos que algunos de vosotros habéis sido requetebuenos porque nos han escrito muchos pajecillos en los últimos días 😉

Retomado el ritmo habitual del blog de publicaciones diarias, hoy traemos el segundo post de Isa, de Photonica que nos cuenta cosas muy interesantes sobre una tienda online y lo que necesitas saber sobre ellas.

Existen muchas ideas mal concebidas a la hora de iniciar un negocio online, hoy quiero arrojaros un poco de luz sobre ellas, que espero, os sirva para orientaros un poco, si estáis pensando en lanzaros a la piscina de las ventas online en 2015.

1. No existen los blogs con carrito

“Quiero un blog para hablar de mis cosas, que tenga carrito por si un día vendo algo”

Es una de las frases que más me encuentro entre los e-mails que me llegan. Y es aquí donde hay que hacer la primera diferenciación: un blog no es una tienda online, al igual que una tienda online no es solo un carrito en la esquina superior derecha de una web. Un blog es básicamente un sistema de posts y comentarios, muy lejos del entresijo de funciones, programación y características de una tienda online.

Tema aparte es cuando hablamos de una tienda online con blog integrado. O cuando usamos un blog como apoyo a un negocio online.

2. Prepárate para sudar

Toca trabajar duro. Cuenta la leyenda que un negocio online es más sencillo que uno físico, y todo funciona “solo”… ¡error! Te encontrarás con problemas que en una negocio físico no te plantearías (y viceversa). Es común pensar que para montar una tienda online solo hace falta contactar con un desarrollador web que la ponga en marcha… ¡segundo error!. Encontrar al desarrollador ideal es el menor de tus problemas. Antes de ello:

• Define objetivos: ¿qué vas a vender? ¿cómo lo vas a vender? ¿qué características tendrán los productos? ¿qué volumen de ventas estimas? ¿cómo quieres gestionar el stock? ¿cuántos productos vas a vender?… En función a ello habrá unas plataformas Eccommerce que se adapten mejor a tu negocio que otras.

• Proveedores: si vas a vender un producto hecho por tí no tendrás este “problema”. Pero si no, asegúrate de tener una buena red de proveedores cerrada, o casi cerrada, antes de darle caza al desarrollador web. Por una simple razón: una vez que el desarrollador termine su trabajo, y si aún no tienes productos, estarás pagando en balde meses de hosting y dominio.

• Transporte: busca una tarifa de envíos justa. Decide a qué territorio vas a vender, o si el coste del envío se basa en el peso de los artículos. Esto también es importante a la hora de elegir la plataforma adecuada.

• Modos de pago: tendrás que reunirte con más de un banco, pero no te asustes, la mayoría saben ya muy bien de que va el tema, eso si, tendrás que dedicar tiempo a entender cada método. Pago con tarjeta, Paypal, transferencia bancaria, o pago contra rembolso, son los más utilizados.

• Información para el cliente: prepara la información relativa a las condiciones de compra, envío y pago, avisos legales, política de privacidad y un FAQ. ¡No vale copiar y pegar!. Cuanto más detallada le deis la información al cliente, mucho mejor. No olvidéis que la confianza es el pilar principal para que un negocio online funcione.

3. ¿Y ahora dónde me meto?

Ahora si, ya puedes buscar por mar y tierra al desarrollador/diseñador web de tus sueños, y elegir la plataforma Eccommerce que mejor se adapte a tus necesidades. Este tema puede dar taaaaanto de si, que he decidido dejarlo para el siguiente post. Pero os adelanto ya que hablaremos de: Prestashop, Magento, Woocommerce (WordPress), Shopify, Bigcartel y Etsy.

4. Ponte guapa

Ofrece un diseño limpio, intuitivo, y con personalidad. Fácil de navegar, con la información a mano, evita el exceso de clicks para que el cliente vaya directo al grano: al producto. ¡Y no olvides el buscador! No hagas una lista interminable de categorías. Ayúdate de banners bonitos para anuncios, promociones o destacar secciones.

La mejor manera de mostrar un producto es con una buena fotografía. Evita usar las fotos de catálogo del proveedor, eso le restará personalidad a tu tienda online. Evita también las fotos con el móvil y poca luz, eso le restará profesionalidad. De nada sirve un diseño bonito, con una fotografía cualquiera y mal hecha, y viceversa.

5. Y sigue sudando

Ya está todo listo: una tienda preciosa, con productos potenciales y unas fotografías que venden el producto por si solas. El cliente se mueve en ella como Pedro por su casa porque has dedicado muuuuuchas horas a facilitarle la vida, y ahora solo tienes que sentarte delante de la pantalla a ver como aumentan los 0 de tu cuenta corriente… ¡ni lo sueñes!:

• Organízate: estás ofreciendo un servicio 24 horas, los 7 días de la semana. Tendrás que gestionar pedidos constantemente.

• Servicio al cliente: y también estás ahí para resolver todas las dudas que al cliente le surjan, por e-mail, por teléfono o por señales de humo. Porque si, le has dado la información muy detallada, pero siempre va a haber alguien que tenga una pregunta de más.

• Aprende: dependiendo de la plataforma que elijas, ésta será más densa o menos, pero necesitarás aprendizaje sea cual sea.

• Actualiza: no te olvides de actualizar las redes sociales, tu blog de apoyo, y por supuesto, la propia tienda.

• Crece: ¡no te duermas en los laureles! expande tu negocio, sigue en busca de nuevos proveedores con productos exclusivos que marquen la diferenciación entre tu negocio y otras empresas del sector. O reinvéntate constantemente si eres tu quien fabrica el producto.

Esto no ha hecho más que empezar, y lo más emocionante es que no sabemos hasta donde puede llegar, tan solo recuerda que Steve Jobs empezó en el garaje de su casa (;