Ya hemos hablado en más de una ocasión sobre distintos géneros como la fotografía de paisaje o la fotografía nocturna. Esta vez, vamos a tratar otro género que probablemente sea de los menos conocidos: la fotografía de arquitectura.
Todos sacamos fotos a edificios que nos llaman la atención, como esos castillos que parecen haber sido sacados de un cuento o esos rascacielos que, literalmente, se funden con las nubes; pero de esas fotos tan espontáneas a la fotografía de arquitectura hay un gran salto.
En este post queremos arrojar un poco de luz respecto al tema para que te animes a hacer fotos con buen criterio de los edificios que te rodean o que visitas cuando te vas de viaje (tanto desde el interior como desde el exterior).
1. Composición
Como en todo post de fotografía, se deben dar una serie de pinceladas sobre la composición. En el caso de la fotografía de arquitectura, las composiciones más interesantes suelen estar basadas en las estructuras geométricas que generan las paredes y las distintas figuras que adoptan ciertos elementos del edificio en cuestión (sobre todo, aquellos de construcción moderna o contemporánea).
Cabe destacar que la fotografía de arquitectura tiende a la abstracción, así que no dudes en dar rienda suelta a tu creatividad para crear composiciones interesantes totalmente originales.
De lo contrario, la fotografía de arquitectura sería muy aburrida, ya que su foco de atención se encuentra, al fin y al cabo, en elementos estáticos. ¡Es nuestro deber darles vida! Marca la diferencia dejando tu sello personal en todas tus fotos.
Eso sí, te recomendamos que lleves trípode contigo, ya que te ayudará a componer cuidadosamente la foto y a poner cada uno de los elementos exactamente donde tú quieras.
2. Luz
No obstante, el trípode no sólo te servirá para facilitar la composición, sino que muchas veces lo necesitarás para poder absorber luz natural (por ejemplo, si estás haciendo fotografía de arquitectura por la noche).
De hecho, varios profesionales sostienen que uno de los mejores momentos del día para hacer fotografía de arquitectura es la hora azul (momento posterior a la hora dorada, la cual se suele recomendar al hacer fotografía de paisaje).
¿Y por qué? Básicamente, por los juegos de luces que se pueden crear. La hora azul es un momento previo a la noche en el que el azul del cielo es muy suave y combina a la perfección con los colores cálidos de las luces artificiales de los edificios. Puedes verlo claramente en esta foto:
Además, es posible que en el caso de que haya nubes, éstas adquieran un color rosáceo muy interesante. Esto puedes conseguirlo de forma natural o haciendo un poquito de “trampa”. Hace unas semanas publicamos un Tip de Photoshop en el que añadíamos nubes a una foto con el cielo totalmente liso. ¡Anímate a ponerlo en práctica!
Y en el caso de que sea de día, aprovecha para generar juegos de luces y sombras, darán riqueza a la fotografía y la harán más dinámica.
3. Objetivos
Normalmente, en fotografía de arquitectura buscamos que todo el edificio o la menos gran parte de él aparezca en la foto
Para ello, debemos movernos en el terreno de los grandes angulares, objetivos de distancia focal de entre 18 y 35 mm que permiten sacar fotos muy amplias.
Pero no podía ser tan fácil… La contrapartida de este tipo de objetivos es la distorsión que generan en los elementos de la foto; todo un problema teniendo en cuenta que varios partes de un edificio son rectas (columnas, líneas del tejado, etc.). Una deformación de los mismos sería totalmente perceptible al ojo humano.
Por lo tanto, si quieres dedicarte a este género fotográfico de manera profesional, infórmate sobre los objetivos descentrables. Si no, siempre podrás corregir las deformaciones con programas de edición como Lightroom y Photoshop.
4. Mensaje
Muchas veces nos perdemos en la técnica y nos olvidamos de que el principal objetivo de una foto es transmitir un mensaje y unas determinadas sensaciones. No sólo en fotografía de arquitectura, sino en cualquier género. Por ello, toma la costumbre de pensar qué es lo que quieres transmitir con tu foto y, después, plantéate cómo vas a diseñarla para conseguirlo.
No es lo mismo incluir a personas totalmente congeladas que en movimiento (o directamente no incluir a personas). No es lo mismo contextualizar al edificio en su entorno que no hacerlo, tomar la foto de día que de noche, etc. Todo depende, como hemos dicho, del mensaje que quieras transmitir.
5. Detalles
Finalmente, te recomendamos que, si estás haciendo un reportaje completo de un edificio, incluyas fotos de detalles que no sean perceptibles en el resto de fotos. Por ejemplo, la textura de una pared, la forma de la barandilla, la ornamentación de una lámpara… En fin, todo lo que consideres que pueda dar un valor añadido al reportaje fotográfico en su conjunto.