Lecturas de verano del equipo H!C

Siempre aprovechamos el verano, momento perfecto para descansa, para también dedicarle tiempo a actividades que durante el año no podemos hacer como nos gustaría. Una de ellas es la lectura, y como hacemos todos los años, queremos compartir las libros que nos hemos llevado este verano el equipo H!C.

Si te gusta leer, seguro que eres de los que piensa en unas vacaciones idílicas en una casita campestre con una biblioteca por descubrir y mucho tiempo para devorar libros. Eso sería perfecto si de verdad tuviéramos acceso a una biblioteca en la que nos aseguraran que los libros que vamos a encontrar son tan interesantes como pensábamos.

También puede pasar que durante el año hayamos estado ansiando esos momentos de relax en los que disponemos de más tiempo para leer y se nos pasan mil libros por la mente, pero cuando llega el momento de la verdad, no te acuerdas de ninguno y al final pasas las vacaciones sin leer. ¡Que no sea por falta de ideas! 

O nos puede ocurrir, como decía André Gide, que ante ciertos libros uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran.  

Siempre me guío por recomendaciones de gente que conozco o que sigo en Instagram y que me gusta su criterio a la hora de seleccionar lecturas y muchas otras cosas. Los dos libros elegidos para este verano son: 

Lo conocí gracias a Claudia Sáiz y luego leí también una reseña de Laura Riñón Sirera de la librería Amapolas en Octubre (@amapolaslibreria), que terminó de reafirmarme en que ese libro tenía que leerlo.

Ella decía “es imposible salir de este libro con alguna emoción alterada” y a mí me gustan los libros que me remueven.

“Las gratitudes” es una narración a dos voces que “nos habla de la memoria, el pasado, el envejecimiento, las palabras, la bondad y la gratitud hacia aquellos que fueron importantes en nuestras vidas. 

Es la historia de cómo estos dos personajes se involucran en el último deseo de Michka, la protagonista, que es una anciana en sus últimos meses de vida con una historia evocadora:

“Encontrar el matrimonio que, durante los años de ocupación alemana, la salvó de morir en un campo de exterminio acogiéndola y ocultándola en su casa. Nunca dio las gracias y ahora querría mostrarles su gratitud…”

Lo conocí en Instagram también, gracias a su editorial: “Libros del Asteroide”. En su caso fue un párrafo del libro en una publicación lo que me llamó la atención:

“Me cabe la duda de si en realidad solo nos enamoramos de nosotros mismos enamorados, si lo que de verdad temo perder es la posibilidad de ser la persona que estaba enamorada de ti, esa que puede hacer, decir y sentir las cosas que hace, dice y siente una persona enamorada”.

Lo guardé en referencias y en cuanto pude fui a por él para dejarlo reservado como lectura de verano.

Los días perfectos cuenta la siguiente historia:
“Luis, un periodista cansado de su trabajo y su matrimonio, que planea asistir a un congreso en Austin, Texas. El viaje es una mera coartada para encontrarse brevemente con Camila, quien se ha convertido en el único aliciente de su vida. Pero cuando está a punto de partir, recibe un mensaje suyo: «Dejémoslo aquí, quedémonos el recuerdo». Desconsolado y sin saber qué hacer en Austin, se refugia en un archivo de la universidad, donde se topa casualmente con unas cartas de William Faulkner a su amante Meta Carpenter. La lectura de esta larga correspondencia lo ayuda a reconstruir el recuerdo de su aventura amorosa y a reflexionar sobre su tedioso matrimonio, pero también a preguntarse cómo hay que vivir para lograr que cada día valga la pena.”

No veo el momento de sentarme a leer ambos tranquilamente en algún lugar tranquilo este verano.

Es el segundo verano que paso con Will Gompertz. El pasado disfruté y me motivé muchísimo con su otro libro Piensa como un artista, que de hecho recomendé por aquí.

“Este libro es un recorrido por el Arte de los últimos 150 años en el que explica y pone en situación al lector, con lenguaje muy, muy, muy sencillo y cercano, sobre las circunstancias y motivos en los que han ido surgiendo distintos movimientos artísticos hasta llegar al Arte contemporáneo, a menudo difícil de interpretar y comprender”. 

Es un libro lleno de anécdotas e historia que te acerca el Arte moderno a cualquier persona. “Una de las cosas que más me han gustado, es que no dejas de consultar obras de las que se comentan, algunas que no conocía pero otras muchas que sí, para fijarme en detalles que no sabía y que les dan una nueva dimensión (y mejor comprensión)” También, te abre la puerta a una lista de libros de arte, ya que está repleto de referencias que apetece descubrir, y museos que visitar. “Este libro es ya una recomendación, porque estoy a punto de terminarlo después de meses en los que he ido rascando momentos para avanzar como quería, con calma, consultando, apuntando…”

Este libro es la historia de un error que parece ser un gran acierto. Cuando fui a comprarlo iba buscando otro libro de relatos de Aramburu, Autorretrato sin mí, muy recomendado por mi amiga Pilar Franco cuando terminé de leer Patria. 

“Es, sin duda, su libro más bonito, aunque doloroso, bonito”, me dijo. Me confundí y compré este compendio de relatos para ir leyendo poco a poco y que, mira qué suerte, incluye algunos de Autorretrato sin mí. Por los que he ido leyendo ya, me va a encantar.

Otro pendiente en mi librería. Y antes de lanzarme a por el último, Miss Marte, que me han recomendado, tengo que leerme la primera novela de Jabois, que me trajeron los Reyes en 2020. No lo he comenzado, pero podéis leer su sinopsis aquí.

Vi muchísimas recomendaciones positivas de este libro y no me lo pensé. 

“Parece que está escrito expresamente para leerse en verano, tiene todos los ingredientes: muy fresco, muy sencillo de leer y muy detallado, y sobre todo que enganche”. 

A simple vista puede resultar un libro de pensar poco, simplemente de “dejarse” leer, pero Anna Pacheco te deja haciendo algunas reflexiones de la adolescencia o conflictos de clases muy interesantes.

Este libro es un recorrido por la mitología griega a través de los ojos de la hechicera Circe. 

Desde el minuto uno no puedes parar de leer, relata las tramas de varios dioses con Circe en el medio, un personaje muy complejo que lucha por buscar su lugar en el mundo. Las descripciones sobre el amor por la naturaleza y su supervivencia en la isla son hipnóticas.

Yo confieso: tengo un problema con la lectura. Me gusta tanto leer que cuando me engancha un libro no puedo parar hasta terminarlo, aunque no duerma en toda la noche. Por eso en este momento de mi vida, con 4 niños pequeños, mi trabajo y las 10.000 gestiones que siempre tengo que hacer, no me suelo dar permiso para leer durante el invierno, y las vacaciones son mi momento de devorar libros y de dormirme a las 4:00 AM si hace falta.

Hace un par de meses me salté esta regla siguiendo la recomendación de Blanca Rodríguez Laínz, nuestra profesora de Desarrollo Profesional y Estrategia en LinkedIn y me leí en una semana la trilogía de Reina Roja, de Juan Gómez Jurado, que “os recomiendo mucho si, como a mí, os gusta el género del Thriller”.

El autor me ha parecido un genio construyendo a los personajes y me gusta mucho su filosofía: escribe a los lectores en primera persona, te pide que no cuentes nada de los libros para sorprender a otros lectores, te invita a escribirle un email con tu crítica (con casi 2 millones de lectores, esa cercanía tiene mérito) y tiene una “política clara”: a diferencia de otras obras, la versión Kindle de sus libros es muy barata (no llega a 5 euros).

No os desvelo nada de la trilogía, pero son muy entretenidas y están muy bien escritas.

• Amanda Black – Juan Gómez Jurado y Bárbara Montes

Además, para los más pequeños de la casa os recomiendo también Amanda Black, la serie de intriga juvenil que ha escrito junto a su mujer, la psicóloga Bárbara Montes. Mi hija de 11 años ha leído las dos primeras entregas y está fascinada con la trama.

Ahora es tu turno, ¡queremos ver vuestras recomendaciones! Dejanos un comentario contándonoslas.