Instagram es una herramienta muy potente y un gran escaparate para las marcas, empresas, tiendas y perfiles profesionales. Pero, como todo, su gestión puede tener caras menos amables. En este post queríamos hablaros de algo tan común y, sin embargo, pocas veces comentado como son los bloqueos creativos en Instagram: perder las ganas de invertir más tiempo y esfuerzo en esta red social porque creemos que se nos han acabado las ideas, o porque hemos perdido el foco.
Quizá os resulte sorprendente saber que algunas de las marcas o empresas que aparecen de ejemplo en el curso online de Instagram para marcas fueron de las primeras en hacer el curso. Y no por curiosidad o por querer saber qué se contaba sobre ellas en el curso, pues algunas lo desconocían, sino porque consideraban que se encontraban en un momento de desmotivación, de apatía y de no saber por dónde tirar con sus perfiles. Querían probar a ver las cosas desde otra perspectiva o encontrar nuevas ideas que les ayudase a salir de ese bloqueo.
La realidad es que muchos de los que tenemos perfiles en Instagram hemos vivido esas fases de bloqueo, al igual que puede suceder en otras facetas de nuestra vida profesional y personal. Instagram es, probablemente, la red social a la que dedicamos más tiempo; más aún cuando le damos un uso profesional, ya sea como marcas, empresas, emprendedores, marcas personales o creadores de contenido.
Si nos paramos a analizarlo con perspectiva, a diario pensamos y trabajamos en crear contenido diferente, interactuar y gestionar una red social que, en realidad, ¡son cuatro a la vez! Y, a no ser que sea nuestro único trabajo, aún debemos tener tiempo para otras mil cosas a lo largo del día. Lo humano es que en ocasiones nos bloqueemos.
Esas cuatro redes sociales (Stories, Feed, Reels e IGTV) tienen diferentes características, formatos, modos de presentar el contenido y de interactuar con otros perfiles, cosa que enseñamos con detalle en el curso Instagram para marcas. Además, en cada una de ellas se publican cada día miles de fotos, vídeos, animaciones, textos y contenido para dar y regalar, alguno muy bueno, cada vez mejor elaborado y a mayor velocidad. Si lo abordamos todo a la vez, aturde. Creer que colapsamos es natural y común.
A esa autoexigencia de llegar a todo y ser muy buenos se le puede sumar una competitividad que es real y que, en ocasiones, en lugar de ayudarnos a crecer nos frena en seco. Esos bloqueos creativos no son más que la creencia de que ya no tenemos la capacidad de crear algo original ni contar nada nuevo o de otra manera. Pero es eso: una creencia.
Las ideas no se acaban, pero cada uno debe encontrar el modo de abordarlas y encontrar de nuevo el camino.
Existen muchas recomendaciones sobre cómo hacer frente a los bloqueos creativos de manera general, pero en esta ocasión queríamos compartir lo que, como marca, empresa o perfil profesional, nos ha sido útil para abordarlos y superarlos. Y nos ceñimos a este tipo de perfiles porque, en muchos casos, Instagram se ha convertido en uno de sus principales canales de venta y conexión con sus clientes, y prescindir de él de la noche a la mañana no es algo que fácilmente se planteen.
- Recupera el foco. ¿Cómo empezaste en Instagram y por qué? ¿Cuáles son tus objetivos en esta red social? ¿Qué es lo que has conseguido en este tiempo en Instagram que no quieres perder? ¿Cómo lo conseguiste? ¿Qué te ha diferenciado de la competencia en Instagram? A menudo, esos bloqueos creativos vienen precipitados por haber perdido el foco, y es necesario volver al origen, a lo sencillo, a lo que un día funcionó precisamente por su autenticidad, a escuchar y observar a tu audiencia, que muchas veces te está dando pistas, para retomar el camino.
Cuando tienes muy claro tu objetivo en Instagram, también tienes la motivación para trabajarla y encontrar nuevas ideas.
- Organízate y prioriza. Instagram no deja de generar nuevas herramientas para las marcas y perfiles profesionales y canales para publicar contenido, también para que cada vez pasemos más y más tiempo en la red social, pero trabajarlas todas a un nivel alto es más una autoexigencia que una necesidad.
Como explicamos en varias de las clases del curso Instagram para marcas, lo ideal es crear el contenido y probar nuevos canales que nos encajen con lo que hacemos, con la marca, con nuestro tiempo y recursos. También para no bloquearnos . Es cierto que conviene conocer todos los canales para valorar en cuáles invertir nuestro tiempo o hacerlo a futuro, pero empezar a trabajar en todos a la vez, con contenido bueno y bonito que, además, caduca en minutos puede ser una locura. Hay muchas grandes empresas que solo usan dos funcionalidades: feed y stories. Concentran sus fuerzas en generar buen contenido en esas dos, que ya es mucho trabajo, ¡y les va bien así!
- Ve a la caza de ideas. Otras veces ese bloqueo viene de sentir que se han agotado las ideas. ¡La buena noticia es que nunca se acaban! En ese caso, prueba a salir de tu entorno en Instagram en busca de inspiración, de encontrar referencias donde antes no habías mirado, dentro y fuera de la red social; pregunta a alguien absolutamente ajeno cómo ve tu trabajo y qué echa en falta…. Nos puede llevar a descubrir que tenemos muchas cosas nuevas que contar, o las mismas de mil maneras diferentes y, sobre todo, a encontrar la motivación para hacerlo.
- Pon en valor lo que haces. Y en esta ocasión no hablamos de hacer que el resto valore lo bien que lo haces, el contenido que creas, las historias que cuentas, lo que compartes… ¿Lo haces tú?
Que haya perfiles creando buen contenido, conectando muy bien con su audiencia, siendo originales, bonitos, no debería hacer que entremos en el bucle de que todos lo hacen mejor. Si es así, entonces hay muchas ideas que poner en marcha para mejorar; o quizá ya lo estés haciendo muy bien.
Esto no son remedios milagrosos, pero es que esos bloqueos y frenos temporales también pueden ser útiles para reencontrarse con la motivación, aprender a ser más creativo, con otras cosas que contar y nuevas formas de hacerlo, y seguir siendo fiel a nuestra marca, principios y lo que nos mueve, a pesar de todo.
Para mi es mucho