Volvemos con la segunda parte de esta serie de posts para que os sigan inspirando las rutinas creativas de gente a la que admiramos mucho. Queremos exprimir al máximo el Día de la Creatividad, y que no sea un día específico, sino que sean todos los días.
En este posts contaremos con las rutinas creativas de una periodista, un creativo publicitario que muchos conocéis muy bien y una directora de arte, ¡esperamos que os parezca tan interesante como el anterior!
Claudia Saiz. Periodista y contadora de historias.
No soy seguidora de una ejecución mecánica o planificada, porque siempre hay algo, por muy pequeño que sea, que te cambia el orden de las cosas y no estamos acostumbrados a que eso nos ocurra. Nos hemos habituado a que nosotros somos los que marcamos los tiempos y el orden, y hemos comprobado que no. Lo que sí trato de mantener es la hora de escribir, en la medida que se pueda: muy primera hora de la mañana y cuando cae la noche, a última hora. Es por el silencio. Además de gustarme, me reconforta y me baja las revoluciones.
Me siento una afortunada por tratar con material sensible, la creatividad, y con gente inspiradora que constantemente te está abriendo puertas a otros mundos y éstos a otros. O por investigar alguna cosa o un futuro entrevistado, me dejo llevar por otros caminos relacionados de algún modo con la idea o la persona original. ¡No hay fin! Y de todo me valgo y a todo escucho y pregunto. Me fascina que me cuenten y conocer. Tanto fuera de casa como dentro. Y todo este totum revolutum extraño se va mezclando con mi día a día sin dar de lado en ningún momento mis funciones o mis obligaciones.
No sé si es porque mis padres lograron que desarrollase demasiado mi mundo interior y que he seguido con eso o por algún síndrome de diógenes informativo y de fotos, no tengo idea. Es tan magnífico todo lo que nos rodea y cómo todo está vinculado, que no hay fin. Siento devoción por esas personas que sus cabezas funcionan como una página de internet explorer con un sinfín de pestañas abiertas.
Nos hemos habituado a que nosotros somos los que marcamos los tiempos y el orden, y hemos comprobado que no.
Respecto a esta nueva realidad, a lo largo de estas semanas he vuelto a Villamangaporhombro, el pueblo de Pippi Längstrump.
Aquella niña de cara pecosa, medias de colores y trenzas rojas, intrépida e indomable, dotada de una fuerza sobrehumana. Que viajaba por todo el mundo, dormía con los pies sobre la almohada, comía con las manos y estaba libre de rutinas monótonas. Una auténtica superheroína a los ojos de un crío, y de muchos adultos, que rompía con las normas, manejaba su propio código de valores y generaba un oasis de imaginación. Una joven de apenas nueve años que aún nos recuerda a sus seguidores que en esta vida basta con ser uno mismo. Con ser leal, risueño, gamberro y, en especial, solidario. La mejor vacuna contra la intolerancia.
Estos días he incorporado a mis hábitos un cambio de actitud y pasar de ser una mera espectadora a ser hábil y proactiva a la hora de ayudar y construir. Porque ahora mismo los sentimientos cotizan al alza y son el antídoto para todo. Son el nuevo punk, como dice Guillermo del Toro. El planeta nos ha puesto en tratamiento de shock y nosotros podemos reaprender a no vivir el día de mañana en un frenesí constante y planificado.
Con aquella niña indómita en la cabeza me dejo llevar por ensoñaciones diurnas que mantienen mi anclaje terrenal; actúo como una pequeña Mowgli, libre y salvaje, bailando descalza al ritmo de Diana Ross y las mezclas de Peggy Gou; apunto las recomendaciones literarias de Pablo López Navarro e Íñigo Aragón –las almas creativas tras Casa Josephine– a través de sus stories con magia y descubro a personas inspiradores gracias a podcasts como “El podcast de Cristina Mitre”, ’Women of the Hour with Lena Dunham’, ‘Tribe of Mentors’ y ‘Efecto Doppler’; saboreo más aún la libertad, practico el ayuno de palabras y tengo más cerca todavía a las personas que me enseñaron la importancia del compañerismo y cómo vibrar en la misma frecuencia FM; practico la propia ecología interior y me rodeo de cosas que pulsan belleza y contrarrestan esta profunda tristeza ya enraizada; disfruto del presente, porque es el mejor país que existe, y vuelvo a querer ser al final del día Sundance Kid con la aventura por bandera.
Puedes seguir el trabajo de Claudia mensualmente en la revista Elle. No te pierdas su Instagram, de lo más interesante, diverso y fresco.
Chacho Puebla. Director creativo
La verdad que no soy de muchas rutinas creativas. En general es bastante caótico el proceso si lo pienso rápidamente, pero si me detengo veo que hay algunos rituales que no dejo de repetir.
Siempre me gusta sentarme a pensar con impulsos visuales, varios al mismo tiempo: mientras veo un vídeo y hojeo una revista puedo estar tomando notas; al mismo tiempo quizá estoy escuchando música o está el televisor encendido con sea lo que sea que esté pasando. Para mí las referencias son un elemento fundamental en la creación. Me hacen entrar en la zona donde empiezan a salir las ideas.
Lo que sí hago es dividir la hoja en varios espacios para, cuando me pongo a pensar, preparar mi cerebro para la tarea de tener varias ideas y no solo una. Este simple gesto me permite generar muchas, pero muchas ideas, para después poder descartar las que menos resuelven los problemas que tengo delante. Generalmente trabajo en dos mundos al mismo tiempo, el que tiene que entregar un deliverable (trabajo) y el que es por placer (arte). Entonces, cuando estoy pensando, las ideas que van saliendo las voy metiendo en esas dos categorías. Las ideas las anoto en papeles o uso una app que me gusta mucho que se llama Evernote, donde tengo clasificados y organizados todos los proyectos no laborales.
Hoy, en medio de la pandemia, cualquier rutina se ha visto interrumpida. Escribo esto desde la mesa del living de casa que se ha convertido en mi escritorio fijo. Pilar tiene una mesa en la habitación y Simón, mi hijo mayor, se apoderó de la cocina, a mí me dejaron el living, donde pasa toda la gente y las mellizas juegan. Hago magia para escribir y tener ideas pero, eso sí, nunca nos olvidaremos de esto.
Para saber más de Chacho Puebla, no os podéis perder la masterclass que nos dio en nuestro Bocados de Creatividad, del que salimos todos maravillados.
Mafer Navas. Directora de arte
En tiempos reales, mi rutina creativa se adaptaba a cada proyecto.
Pero mi primer paso siempre para llegar a un buen concepto es tirarme al gran océano de la inspiración. Me zambullo en todo tipo de revistas online, libros que tengo en casa, Pinterest, web de marcas, museos de arte, moda, diseño de interiores, estudios gráficos, biografías de artistas, libros de fotografía. Es tanta la buena inspiración, que terminó bastante ahogada con tanta imagen e información, que después he de depurar.
Realmente a mí me inspira casi todo, soy capaz de sacar una idea hasta de una caja de fósforos vacía. Eso pa’ lo bueno y pa’ lo malo.
Una vez tengo la idea, un poco cocinada, porque nunca se termina realmente de dar forma al pan hasta el final de la cocción, me pongo a realizar pruebas hasta llegar al punto que siento que la obra/imagen que voy a crear (que suele ser siempre en conjunto con otro artista/ fotógrafo), tiene parte de mi sello. Cuando veo un poco de MAFER, en la obra, ya siento que está lista.
Si se trata de un proyecto de moda, me gusta tener las prendas físicas, para tocarlas y ver en persona sus colores y texturas. Esto me lleva a otra dimensión de inspiración. Pero como te digo, me inspira de tot un poc: una época, una paleta de color, una historia personal…
Lo que valoro mucho es que los artistas tengan su propia identidad. Aunque sea una mezcla de inspiraciones, pero es clave tratar de ser tú, no tratar de imitar a otros. Busca en los más profundo de tu ser, ¡y ahí está tu obra!
En estos momentos, sigo con el equipo de Fantastic Mr Nilsson, cada día manteniendo la rutina creativa activa tanto para el propio estudio como para nuestros clientes. No paro de pensar en nuevos formatos y soluciones creativas, a ver cómo podemos seguir en este futuro incierto.
Breve rutina diaria para mantener la creatividad en COVID TIMES:
- Primera hora de la mañana “Amorsito, ¿me traes mi té inglés a la cama, please?”, esto hace que el aroma del té me trasporte a un viaje multicolor en el Darjeeling express.
- Seguido de un homeschooling que trata de ser divertido y riguroso al mismo tiempo. Tengo un nombre cuando soy profe: Miss Fernanda, que es una mezcla de la señorita Hannigan, Mrs. Rottenmeier y Miliki. (Prohibido llamarme “Mamá”).
- 11 am- Reunión diaria con el equipo de Fantastic Mrs Nilsson, aparte de repasar las tareas para los clientes. Cada semana compartimos nuestras fuentes de inspiración entre el equipo: Milk Magazine, Vogue.es, Les Others, The skirt diaries, Ambrozia Magazine + montones de inspiración diaria que hayamos encontrado.
- Mezcla de tareas diarias del hogar con las de creatividad. Un pulpo, como todas las madres en estos momentos.
- Tengo una profe americana de fitness que está cañón. Se llama Heather y está en YouTube 😉 Espero salir más marcadita al final del confinamiento. Importante el ejercicio, si no la creatividad, como la energía, se me puede convertir de buena a mala.
- Mi momento de silencio es por la noche, cuando mis 3 hombrecitos están en la cama y soy libre para crear. Me puedo quedar hasta las 3am enganchada a un proyecto, aún en estos tiempos.
Puedes seguir todo el trabajo de Mafer tanto en su web, su agencia creativa Fantastic Mr. Nilsson fundada junto a Txell, como en Instagram, ¡estamos seguras de que os encantará!
Muchísimas gracias a los tres. Y si os habéis quedado con ganas de más rutinas creativas, ¡os tenemos cubiertos! Si ya habéis visto la primera parte de estas rutinas creativas, os adelantamos que todavía nos quedan algunos artistas más para que no os falte inspiración.
¡Feliz semana!