Llevaba mucho tiempo dándole vueltas a la idea de hacer una sección sobre las rutinas creativas cotidianas que tenían diferentes artistas o personas relacionadas con el mundo creativo, y pensé que ahora podría ser un buen momento.
La idea me vino por un libro que empecé a leer hace tiempo y que se llama Rituales Cotidianos: cómo trabajan los artistas, de Mason Currey. De hecho, es un libro que no he leído del tirón, sino que voy leyendo sus historias a lo largo de los días. Siempre está por casa: en la mesilla, en el salón, ¡incluso en el baño! Me gusta leer historias sueltas; cuando lo veo, lo abro y me leo una historia, a veces releo alguna otra. Y me encanta ver lo diferentes que son las rutinas creativas cotidianas de cada cual: donde uno tiene un ritual muy metódico otro es totalmente caótico o carece de él. Desde Simone de Beauvoir, pasando por Fellini, Mozart, Voltaire, Dickens o Joan Miró. La mezcla es de lo más pintoresca y muy interesante.
Así que pensé, ¿por qué no hacerlo con algunos de los artistas nacionales a los que admiramos? ¿Y por qué no lanzarlo y hacer algo especial para el Día de la Creatividad? Escribí a unos cuantos artistas con los que tengo contacto directo y todos aceptaron enseguida, así que a lo largo de estas semanas iremos compartiendo en el blog y en las redes las rutinas creativas de diferentes artistas españoles.
Siempre me ha interesado mucho leer sobre creatividad y muchas veces siento curiosidad por saber cómo será el día a día de un compositor, de un escritor, de una fotógrafa profesional, de una diseñadora… ¿Cuáles son sus rutinas creativas? ¿Tienen realmente un método de trabajo? ¿Tienen sus “manías” para ponerse a ello? ¿Son meticulosos? ¿Caóticos? Yo siempre estoy buscando una rutina para crear, quizá porque siempre estoy con muchas cosas a la vez y me encantaría ser más ordenada para que mi cabeza pudiera tener un poco de paz, pero esa es otra historia… Y quizá por eso me encanta leer cómo lo hacen los demás…
Como bien dice Mason Currey en su libro:
“William James pensaba que uno querría poner parte de la vida en automático; al crear buenos hábitos, decía, podemos liberar nuestras mentes para pasar a campos de acción en verdad interesantes.”
Rituales Cotidianos (Mason Currey)
Fácil de leer, pero no tan fácil de llevar a cabo siempre.
Quería aprovechar también para preguntarles cómo habían adaptado esas rutinas creativas con la situación actual que estamos viviendo y cómo le ha afectado a nivel creativo.
Así que vamos con los primeros artistas: en este primer post contaremos con las rutinas creativas de una fotógrafa, un compositor y una artista.
Wilma Lorenzo. Fotógrafa.
Entenderme es mi única regla cuando me enfrento a un proyecto: saber bien en qué momento del proceso creativo me encuentro para poder avanzar en el buen camino. Si bien creo que la inspiración aparece mientras trabajas, también defiendo que no se debe forzar. Con el tiempo he aprendido que las mañanas son para hacer esquemas, organizar material o trazar estrategias; y las tardes o las noches el momento en que mejor me encuentro para crear y desarrollar ideas. Aún así, esta regla puede cambiar un día o incluso semanas.
“Lo importante es no empeñarme en trabajar mi parte creativa si no estoy concentrada para ello, y aprovechar esos momentos para la parte más fría y organizativa. O viceversa: no malgastar una mañana de inspiración respondiendo mails.”
La forma de llegar preparada a cualquier proyecto tiene que ver con trabajar a diario aún sin estar obligada a ello. En mi caso, dedico mi día a día a anotar frases, subrayar libros que me sugieren ideas; guardar imágenes, texturas y colores; dibujar bocetos, elaborar listas de canciones; escribir lo primero que se me pasa por la cabeza o salir con la cámara sin ideas preconcebidas…
Sin pensar en ello para nada en concreto, simplemente dejo que mi entorno influya en el estado de ánimo que tengo en un momento determinado. Son infinitos mis cuadernos, discos duros y documentos de texto en los que gobierna el caos. Visto desde fuera se podría decir que paso días malgastando tiempo sin hacer nada en concreto. Saltando de un lugar a otro sin ningún orden ni objetivo; dejando cosas sin acabar para empezar otras nuevas; hasta que de pronto doy con un hilo del que tirar, las piezas del puzzle comienzan a encajar y todo ese material que no tenía nada que ver está relacionado. Se podría decir que, en mi caso, el proceso creativo termina cuando llega el orden. Y en tiempo récord todos los flecos sueltos tejen algo con sentido.
Antes de que se unan todas las ideas siempre paso por un pequeño ataque de pánico en el que miro todo lo que hecho y con la fecha de entrega llamando a la puerta me digo: «No tengo nada, esta vez no lo voy a sacar». Y justo después del susto, sucede. Todo encaja. Siempre es igual.
Y precisamente la regla de la que hablaba al comienzo, “entenderme”, es crucial en estos días de confinamiento. Sé que tengo una nube de preocupación en la cabeza y no puedo sentarme a pensar en un proyecto en concreto. De modo que estoy aprovechando para leer, ver y escuchar, siempre con mi cuaderno cerca para no dejar que las ideas pasen de largo. Y así, cuando todo pase, estarán (y estaré) listas para desarrollarlas.
Podéis ver y seguir el trabajo de Wilma Lorenzo en su web y su Instagram.
Alejandro Pelayo. Compositor y pianista.
Mi manera de trabajar es muy ordenada, muy metódica aunque a veces me tengo que adaptar porque estoy mucho tiempo de viaje pero normalmente trabajo en casa, en mi piano, después de comer, por la tarde.
Para trabajar necesito estar solo y en silencio; todavía no he conseguido aislarme del todo cuando hay alguien más alrededor.
El silencio y la soledad son fundamentales para mí.
Un día normal me preparo un café y me siento al piano con papel y lápiz.
Lo primero es encontrar el estado de ánimo.
Cada día es diferente y requiere un rato.
Cuando ya tengo eso, imagino un escenario, una situación, unos personajes y la idea musical va tomando forma. Después intento acompañar con la música esa fantasía, conseguir algo emocionante y, si hay suerte, ahí es donde anoto algo que me puede servir.
Luego dedico un buen rato a entender lo que significa, a acostumbrarme al sonido, a cambiarlo de tono o de tempo, a familiarizarme con eso que no sé qué es pero que quiero conservar.
“Busco la belleza, lo demás no me interesa.”
Cada día repito esta rutina, a veces unos minutos y otras durante horas y horas.
Cuando estoy de gira intento recrear estos momentos en los teatros, después de las pruebas de sonido o en el hotel, por la noche, pero es más difícil.
Estos días de confinamiento los estoy viviendo lejos de mi piano y eso me tiene bastante bloqueado así que para sobrellevarlo estoy apuntando y escribiendo todo lo que me ronda la cabeza, recopilando las ideas y cuando pase todo esto lo pasaré a limpio y veremos si ha servido para algo.
No os perdáis la música de Alejandro Pelayo en Spotify e Instagram.
Mari Quiñonero
Tengo la suerte de tener mi estudio en casa. Por eso es vital organizar mi tiempo y mi espacio. Estos días tan difíciles todo se complica, y las líneas entre deber y ocio se difuminan. Pero defiendo a ultranza el no hacer nada si no tenemos ganas. No creo que debamos torturarnos. Ni estar activos, sociables y productivos todo el rato.
“En este tiempo tan extraño que nos ha tocado vivir, deberíamos aprender a escucharnos. “
Pero en mi vida real (porque esta no lo parece) podría asegurar, sin temor a equivocarme, que estas son las 4 bases fundamentales para que mi creatividad y mi proceso de trabajo sean totalmente satisfactorios:
1. Luz natural. Soy una persona matinal. Y sureña de nacimiento. Necesito luz y que sea natural. Espacios luminosos y cálidos. Trabajar desde bien temprano por la mañana hasta las 5 ó 6 de la tarde es mi definición de día bien aprovechado.
2. Estado emocional óptimo. Cuanto más tranquila, serena, equilibrada y feliz me siento, mejor trabajo. Es un hecho comprobado. Si tengo el día torcido es mejor esperar. Rechazo el romanticismo que hay en torno a la figura de artista nocturno y torturado que trabaja en plan intensito a la luz de las velas.
3. Orden. Creo que fue Pitágoras quien dijo: “Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo y de hacerlo bien”. Es indescriptible el placer visual que encuentro cuando mi estudio está ordenado. Aunque esas posibilidades de orden sean relativas porque siempre estoy rodeada de todo tipo de materiales, papeles, bastidores, botes de pintura…
4. Don’t stop. Estudio-Desarrollo-Entrega. Son las tres fases en las que divido mis proyectos. He aprendido con el tiempo a estar trabajando en uno y tener el siguiente en danza. No consigo funcionar de otra manera. Pero insisto, se tarda años en disfrutar de cada fase sin entorpecer los momentos de pausa y reposo necesarios para tomar perspectiva.
En esa vida real, la mayoría de mis días son así:
Madrugo. Desayuno tranquila. Me pongo en marcha. Nunca caigo en la desidia de quedarme en pijama. Nunca. Si no toca gym, entro desde bien temprano en mi estudio. Pongo la radio. La Ser se escucha en casa de 8h a 20h. Mails, facturas y papeleo. Dibujo. O pinto, según. Sólo pararé para sacar a mi perro y comer. Y seguiré hasta que la luz empiece a cambiar. Sobre las 6 ya no es tan cálida y es mi hora de parar. El resto de horas del día son para mi familia, mis amigos y para estar tirada leyendo o viendo pelis y series.
Pero este último mes y pico encerrada ha sido una montaña rusa. Intento mantener todas las pautas que te acabo de contar. Pero no lo consigo. Y se me va desmoronando todo poco a poco. No estoy deprimida, es sólo que no estoy. Siento como si mis rutinas creativas se derritieran. Por eso hace unos días decidí tomarme un respiro y no trabajar tanto. Era lo único que me evadía pero no estaba consiguiendo hacer lo que realmente quería. Pensé que sólo necesitaría un par de días de relax y llevo casi una semana.
“Estoy emocionalmente saturada. Exhausta. Tengo una extraña sensación de vacío y a la vez siento que estoy a punto de estallar. Así que mi nuevo proyecto soy yo. Como tengo la suerte de que toda mi gente está bien, puedo centrarme en mí misma. Sin mirar más allá de cada día. “
Podéis ver y disfrutar del trabajo de Mari Quinonero en su web y su perfil de Instagram.
Muchísimas gracias a los tres. La semana que viene seguimos con nuevas historias.
Me han parecido interesantísimas estas entrevistas, os doy las gracias.
Para mí, lo más difícil es empezar, ser constante y estar inspirada en el proyecto. Y creo que conocer diferentes métodos reales pueden ayudarme a encontrar el mío. ¡Un saludo y mucho animo!
Genial el post, gracais por compartirlo!
hola Bea!
me ha encantado conocer las rutinas de estas tres artistas. Y siento curiosidad por las que tengan las próximas elegidas. mil gracias!
Buenas y lluviosas tardes familia de HC! Siempre me ha llamado la atención cómo funcionan aquellas personas cuyo trabajo bebe de la creatividad, cómo hacen para encontrar a sus musas diariamente. Esperando el siguiente post con mucha curiosidad ??.
Me ha encantado el post y me ha encantado descubrir a Alejandro Pelayo. Ya lo tengo en mis favoritos de spotify, mis oídos están felices por este descubrimiento 🙂
Gracias.
Chicas! Me ha encantado el post! Es genial leer sobre ello!
Esperando el siguiente <3
No sabía cuánto necesitaba esto hasta que comencé a leerlo. Desde luego es una señal.
Muchísimas gracias, Bea.
Me ha encantado. Desde hace mucho tiempo creo y me encanta saber de las rutinas de las personas. Me aportan y me hacen crecer, pensando en las mías y como ser más productiva o como me siento mejor.Es maravilloso. Muchísimas gracias por compartir esta iniciativa Bea.
Muy inspirador. Gracias.
Me ha encantado esta entrada, me parece muy inspiradora y ayuda ver tus rutinas/miedos/manias también en otras/os artistas. Enhorabuena
Me ha encantado el post, y sobre todo ver que todas las rutinas son válidas