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Fotografía & Vídeo

Consejos para hacer fotos de alimentos

¿Has pensado alguna vez en el enorme potencial que tienen unas fotos de comida bien hechas? Cuando pensamos en fotografía, lo primero que se nos viene a la cabeza son fotos de personas, edificios y paisajes. Sin embargo, si el objetivo de la fotografía es generar sentimientos y emociones en las...

Consejos para hacer fotos de alimentos

¿Has pensado alguna vez en el enorme potencial que tienen unas fotos de comida bien hechas?

Cuando pensamos en fotografía, lo primero que se nos viene a la cabeza son fotos de personas, edificios y paisajes. Sin embargo, si el objetivo de la fotografía es generar sentimientos y emociones en las personas, la fotos de comida y de alimentos es capaz de hacerlo con creces, o ¿es que nunca te has quedado pasmado al ver la foto de una ensalada llena de color, de una pizza aún humeante o de un batido rebosante de nata, chocolate y galletas?

Todas estas fotos de comida o alimentos, aunque lo simulen, no han sido hechas de forma aleatoria, sino que en realidad son un montaje. Tienen preparación y trabajo como ingredientes principales.

¡Pero no te asustes! Es un proceso creativo de lo más divertido y gratificante. Si eres un “cocinillas” o tienes un negocio de restauración y quieres compartir lo que haces con los demás, no te pierdas los siguientes consejos para hacer fotos de comida y potenciar al máximo el aspecto de todos tus platos.

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a. Cómo fotografiar ensaladas y verduras

La cualidad por excelencia de las ensaladas y verduras es la frescura, por lo que todos tus esfuerzos deben ir dirigidos a potenciarla.

Todo comienza en el momento de la compra, ya que debes escoger productos con buen aspecto que no presenten ni manchas ni agujeros. Cuando llegues a tu lugar de trabajo, lávalos con agua fría, seca el exceso de humedad con un papel y mételos un ratito en la nevera.

Cuando llegue el momento de preparar el plato, hazlo con sumo cuidado. Ve añadiendo los ingredientes por capas y rellenando zonas que queden vacías. Eso sí, no aliñes la ensalada porque se estropeará en seguida. Utiliza una pequeña brocha o cuentagotas para aplicar el aliño sólo en zonas puntuales; el resto puedes dejarlo en una jarrita aparte.

Además, ten a mano un vaporizador de agua para poder potenciar aún más el frescor del plato.

b. Cómo hacer fotos a sopas, cremas y pastas

Las sopas y las cremas, aunque estén deliciosas, pueden llegar a tener un aspecto bastante aburrido. Para luchar contra ello, tienes que darle vida a tu bodegón incorporando más elementos. Por ejemplo, unas tostas de pan, un cuenco con sal y pimienta, una servilleta, una cuchara, etc.

Además, suele quedar muy bien colocar en la superficie del plato alguno de los ingredientes utilizados (en crudo).

En cuanto a los espaguetis, procura que todos ellos estén bien enrollados para que no se vean sus puntas. A continuación, vierte la salsa sólo por la parte superior para que vaya cayendo poco a poco hacia abajo.

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c. Cómo hacer fotos a pescados y mariscos

Los pescados en crudo son muy agradecidos, así que aprovecha para hacerles una sesión de fotos antes de ser cocinados siempre que estén frescos y recién comprados (en caso contrario, sus ojos lo delatarán).

No los cocines mucho y date prisa fotografiándoles, ya que son productos que tienden a secarse con rapidez. Para frenar ese proceso y mejorar su aspecto, embadúrnales de aceite con la ayuda de una brocha.

Siempre que cuentes con mariscos que tengan concha, inclúyelos en tus bodegones (son especialmente fotogénicos).

d. Cómo hacer fotos de carnes y aves

Busca aquellas piezas que tengan color, textura y corte agradables cuando vayas a comprarlas.

Las carnes, al igual que los pescados, no deberían estar demasiado cocinadas. Mejora su presentación incorporando otros ingredientes más coloridos en el bodegón, añadiendo escamas de sal sobre la carne y haciendo uso de la brocha con aceite en caso de que sea necesario.

Si tienes un guiso entre manos, no tienes por qué presentar la carne en el plato, sino que puedes hacerlo directamente en el recipiente en el que haya sido cocinada (contando con que sea bonito, claro está).

e. Cómo hacer fotos de huevos

Los huevos, ahí donde les ves, son uno de los alimentos más fotogénicos con los que puedes trabajar. Son una buena opción en fresco, crudos, fritos, pochados, etc. (sobre todo, si son blancos y ecológicos).

Una de las recetas más comunes son los huevos fritos. En tal caso, tu objetivo probablemente sea conseguir que el blanco y el naranja de la clara y de la yema, respectivamente, sean puros. Para ello, basta con freír los huevos a baja temperatura en una sartén antiadherente sin aceite durante cinco minutos.

¡No te olvides de hacer unas cuantas tomas con la yema explotada!

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f. Cómo hacer fotos de bruschettas, bocadillos y sándwiches

Montar uno de éstos es muy divertido, pero debemos tener mucho cuidado, ya que se desmoronan con bastante facilidad. Para que no ocurra, utiliza palillos de madera en los que puedas clavar los ingredientes sin que se desplacen ni se resbalen (algo especialmente común cuando los ingredientes son frescos).

No pierdas de vista al pan, es la base de todo. Asegúrate de que sea atractivo y tenga una textura adecuada.

Al igual que en las ensaladas, para nuestras fotos de comida, utiliza todas las salsas y aliños con cuentagotas, colocando pequeñas cantidades en lugares estratégicos.

g. Cómo hacer fotos de bebidas

La presencia de las bebidas es notablemente favorecida con iluminación trasera, ya que destaca sus burbujas y tonalidades (sean transparentes, translúcidas u opacas).

El aspecto de una bebida depende en gran medida del recipiente que la contiene, por lo que debes esforzarte por investigar cual es el que más la favorece. Además, es muy recomendable que junto a él coloques algunos de los ingredientes con los que hayas elaborado la bebida (hará que parezca mucho más apetecible).

Puedes transmitir sensación de frescor mojando el recipiente y metiéndolo al congelador unos minutos antes de servir la bebida. Asimismo, puede interesarte utilizar falsos hielos capaces de mantener su forma y brillo de manera permanente.

h. Cómo hacer fotos de helados y sorbetes

Probablemente, las fotos de comida más complicada, ya que lo más difícil al fotografiar este tipo de alimentos es mantenerlos en su textura perfecta (congelada y rugosa) durante la sesión de fotos, la cual se convierte en un ejercicio contrarreloj en el que no se dejan de meter y sacar cosas del congelador.

Aun así, no tengas miedo a que chorreen un poco, puede quedar de maravilla. De hecho, es uno de los recursos más utilizados en la fotografía “foodporn”.

En general, los helados y sorbetes ya de por sí suelen tener colores atractivos, por lo que más que intentar potenciarlos, debes tenerlos muy en cuenta para mantener el cromatismo de color en el resto del bodegón.

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j. Cómo hacer fotos de dulces

A nadie le amarga un dulce. De hecho, en mayor o menor medida, todos somos un poco golosos, por lo que lo último que deberíamos hacer durante las sesiones de este tipo de alimentos sería amargarnos. Salvo en el caso de las frutas (que se oxidan rápidamente), el tiempo juega a nuestro favor, ya que los dulces son capaces de conservarse intactos durante bastante tiempo.

Puedes jugar con las típicas composiciones en las que la cuña de un pastel es separada del resto, pero hazlo de la manera más creativa posible. Puedes añadir azúcar glas a varios elementos, esparcir migas a lo largo del bodegón e incluso darle un mordisquito a alguno de los elementos, ¡tú decides!

En cuanto a la decoración, las flores son elementos que combinan bastante bien con los dulces.

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