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Nostalgia de vuelta con Mö

Hay algo que las chicas de Hello Creatividad no saben. Y es que el curso de "Un Paseo por lo Invisible" que hicimos en Febrero me salvó. Algo rondaba por mi mente con muchísima fuerza, y quería olvidarlo pero no era capaz. Tener que centrarme en la preparación del curso hizo que me encerrara en...

Nostalgia de vuelta con Mö

Hay algo que las chicas de Hello Creatividad no saben. Y es que el curso de Un Paseo por lo Invisible que hicimos en Febrero me salvó. Algo rondaba por mi mente con muchísima fuerza, y quería olvidarlo pero no era capaz. Tener que centrarme en la preparación del curso hizo que me encerrara en una burbuja en la que explorar mis ideas y mi yo más personal. Para muchos de los alumnos fue un viaje, pero para mi, aunque estuviera en el otro lado, también lo fue. Cuando llevas muchos meses metida en algo que no te deja respirar a veces necesitas zambullirte del todo y dejarte llevar por la corriente. Y yo me zambullí hasta lo más profundo y además decidí que iba a poner todo lo que había en mi para poder transmitir en Un paseo por lo Invisible aquello que me hacía vibrar.

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Trabajé durante muchas horas en intentar explicar de dónde procedía todo aquello que intentaba plasmar en mis fotografía, en mi vida. Fui buscando rincones en los que escribir, sobretodo me refugié en una biblioteca de un pueblecito de la costa gallega en la que se oía caer la lluvia a través de los grandes ventanales. Esos cristales eran una metáfora de mi vida, me sentía a gusto entre esos cristales llenos de gotas resbaladizas que no hacían más que caer y caer.

Cuando empezó el curso yo estaba en Cabo de Gata, cuidando de un corral de gallinas y un perrito mientras su dueño estaba de viaje por Marruecos unos días. Recuerdo el aire puro de las mañanas, los paseos antes de desayunar, las naranjas y los tomates del huerto.

Había puesto tanto de mí en todas esas páginas que les mandé a Bea, Mar y María que, aunque estaba sola en medio de la nada, me sentía desnuda ante todos los alumnos del curso. Hasta que vi que poco a poco ellos también estaban dispuestos a dejar ver sus entrañas.
Cada día que avanzaba sentía como si algunos vínculos que nunca podremos tocar se forjaban a través de sus vivencias, sus comentarios y sus ganas de aprender.

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Y cuando digo que me salvó es porqué lo que más agradezco del curso es que recuperé la libertad para pensar. Ningún camino estaba señalado y pude tomar el que yo quería, y me sentí libre y reconfortada. Porque hacía demasiado tiempo que no me paraba a pensar en como se sucedían las cosas a mi alrededor. Fui una espectadora de mí misma, y aunque hubo ratos en los que me costó mucho trabajo verme desde fuera y plasmarlo en palabras coherentes, me gustó re-descubrir el placer de saber que todos nos sentimos vivos cuando nos esforzamos en ver aquello que muchas veces tenemos olvidado.

Hablamos de muchas cosas, y me imagino que igual que yo, muchos de los alumnos se emocionaron al ver muchos sentimientos que algunos dejaron por escrito. Y es que al final, se trataba de eso, de emocionarse y sentir que valía la pena sentir que somos únicos y que cada uno lo tiene todo por ofrecer.

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Os dejo con algunas de las cartas que han ido llegando a mi buzón, preciosas y delicadas todas. Una delicia haber podido alargar estos hilos que fuimos tejiendo en una corta semana y que han sido capaces de traspasar las pantallas. Ya tengo preparado el correo de vuelta.

Os veo pronto.

Para todos aquellos que no pudisteis disfrutar de Mónica en la primera edición, tenéis una nueva oportunidad del 23 al 27 de junio. Podéis encontrar toda la información aquí.

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4 respuestas a “Nostalgia de vuelta con Mö

  1. Fue una experiencia única. Tienes que dedicarle el tiempo que se merece (en realidad es dedicarte tiempo a ti mismo), implicarte, dejarte llevar, escuchar, sentir. Aunque no pude dedicarle el tiempo que me hubiese gustado al foro decidí vivirlo a mi ritmo. Fue un re-encuentro conmigo misma.
    Un placer pasear a tu lado Mònica.

  2. Fue fantastico, lo por casualidad pero es el curso que mas me ha llenado y enriquecido. Fue maravilloso ver como cada uno de nositros nos desnudamos y abriamos nuestro interior.

  3. Mònica, es impresionante leerte. Yo me apunté al curso un poco por casualidad, y creo que ha sido la casualidad más bonita de los últimos meses. Me he emocionado al ver mi carta y la foto que te envié, en la que aparece mi tía abuela. Fue emocionante escribirte sobre la nostalgia.
    Viví el curso muy intensamente, tampoco pasaba por un buen momento y gracias a cada lección reflexioné y me dejé llevar, me acostumbré a mirar hacia arriba, a hacer fotos y coleccionar recuerdos. Me conocí más a mí misma y conocí también a los demás, gente casi anónima con la que compartía más cosas de las que podía pensar.
    Emocionalmente fue un chute de energía inmensa. Gracias por ser tan generosa y mostrarnos tanto.
    Esperando ese correo de vuelta.

  4. Es un placer como siempre escucharte… Mucha ilusión ver mi nostalgia a traves de tu mirada. Gracias de nuevo 🙂 Y un abrazo virtual